C/ Bisbe Panyelles, 19,  2º 1ª 08720 Vilafranca del Penedés Barcelona  Anatomía ocular. Cataratas. Córnea y superficie ocular. Glaucoma. Retina y vítreo. Párpados y vía lagrimal: • Blefaritis. • Orzuelos. • Ectropion y entropion. • Ptosis palpebral. • Parálisis facial y lagoftalmos. • Obstrucción de la vía lagrimal. • Bolsas palpebrales. Neurooftalmología. Pediatría. Defectos de refracción. Párpados y vía lagrimal Blefaritis.  La blefaritis es la inflamación del borde los párpados producido por una obstrucción de las  glándulas localizadas en el borde palpebral, de manera que la grasa que segregan se  acumula y favorece la infección por bacterias, que liberarán toxinas e irritarán la superficie  ocular. Los síntomas más frecuentes son enrojecimiento e inflamación del borde de los párpados,  caspa y costras entre las pestañas, sensación de cuerpo extraño, picor y lagrimeo.  No hay tratamiento preventivo contra las blefaritis, pero una correcta higiene palpebral  puede ser útil para la gente que es propensa a padecerlas. Se puede asociar tratamiento  antiinflamatorio y antibiótico cuando se produce un brote más severo.    Orzuelos.  El orzuelo es la oclusión e infección de una glándula sebácea situada en el borde  palpebral, provocando un abultamiento, normalmente doloroso, del párpado. Es más  frecuente en pacientes con blefaritis crónica.  En algunos casos, remite por sí solo, pero se puede ayudar aplicando pomadas antibióticas  y antiinflamatorias. También son útiles los masajes con paños secos calientes.   En caso de que no desaparezca completamente y persista un quiste (chalazion), se  pueden realizar inyecciones de corticoides en el quiste, o bien, extirparlo quirúrgicamente.  Ectropion y entropion.  Dos de las malposiciones palpebrales más frecuentes son el ectropion y el entropion, en  las que los párpados están rotados hacia fuera y hacia dentro respectivamente.  En el ectropion, el párpado está descolgado con el punto lagrimal hacia fuera, por lo que la  superficie del ojo queda descubierta y expuesta al ambiente, provocando un  enrojecimiento del ojo y un lagrimeo excesivo.  En el entropion, el párpado está invertido, por lo que las pestañas rozan la córnea  produciendo importantes molestias para el paciente y pudiendo complicarse con erosiones  corneales y dolor.  Ambas se pueden dar tanto en el párpado superior como en el inferior, pero son mucho  más frecuentes en el párpado inferior.  La causa más frecuente de estas malposiciones palpebrales es la edad, pero pueden  deberse también a traumatismos, cicatrices, cirugías o parálisis de la musculatura  periocular.  El tratamiento definitivo de ambas patologías es exclusivamente quirúrgico, dando tensión  de nuevo al párpado y recolocándolo en su posición normal. Para aliviar la sintomatología,  pueden darse lágrimas artificiales que lubricarán la superficie del ojo y evitarán su  desecación. 1   2   > Inicio > Patologías oculares >  Cita on-line